sábado, 30 de noviembre de 2024

José Bernabé y el misterioso "Barsabás"

Este es un caso de verdadera importancia. Aquí, la variante del códice Beza se refiere al nombre de un personaje relevante: José Bernabé.

Por un lado, tenemos el doble nombre del apóstol. Por otro, tenemos la cuestión de su identidad en Hechos 1, 15-26.

José el Consolador

José es su nombre de pila, un nombre hebreo muy común entre los judíos. Bernabé es su apodo, su sobrenombre. ¿Por qué se le llama así?

Bernabé quiere decir “hijo de la consolación”, y también “hijo de la exhortación”; ambas palabras son similares en hebreo. Los estudiosos del códice Beza han descubierto que en esta denominación se traza un paralelo entre Bernabé y otro personaje del AT Testamento, debido a ciertas similitudes. ¿Quién se llama José en el AT? Al undécimo hijo de Jacob, el que fue vendido por sus hermanos y terminó en Egipto como ministro del faraón. Se convirtió en un hombre poderoso y de confianza del rey. Cuando sus hermanos fueron a Egipto movidos por el hambre, no los castigó, y no sólo rechazó vengarse de ellos, sino que los acogió en Egipto y, a la muerte de su padre Jacob, los consoló. José, el hijo de Jacob, fue llamado el Consolador entre sus hermanos, y dejó huella como hombre de paz, de reconciliación y de merecida confianza.

José Bernabé es un personaje que, en los Hechos, actúa así. Es una figura reconciliadora, va a Antioquía enviado por los apóstoles para ver qué sucede con los gentiles que abrazan la fe en Jesús y allí se queda, como hombre “lleno de Espíritu Santo y de fe”, animando a la comunidad (Hechos 11,19-24). Actúa de mediador entre Saulo y los apóstoles (Hechos 9, 26-27); apoya a Saulo cuando los judíos lo rechazan y después lo llama a estar con él a Antioquía (Hechos 11, 25-26). Bernabé es el gran mentor y amigo de Pablo en sus primeros años. Cuando se producen disputas siempre intenta conciliar. Lástima que, al final, ni él ni Pablo lograron llegar a un acuerdo en su discrepancia sobre Juan Marcos (Hechos 15, 36-39) y ambos tuvieron que separarse.

Bernabé, por cierto, es uno de los pocos personajes a quienes Lucas dedica el elogio: “lleno de Espíritu Santo y de fe”. Sólo lo hará de Esteban, el mártir, de Pedro en alguna ocasión y de Pablo una única vez.


Bernabé o Barsabas

En Hechos 1 se da una escena crucial: Judas ha muerto y Pedro piensa que debe restaurar el número de Doce entre los apóstoles. Pero ¿a quién designar? ¿Cómo elegir a un candidato, cuando seguramente había muchos?

El relato de Hechos nos cuenta que Pedro elige a dos y los presenta a la asamblea. Según el texto habitual, son José Barsabas, llamado el Justo, y Matías. Sale elegido Matías, del que jamás se volverá a hablar. Lo único que sabemos de él es que era uno de los seguidores de Jesús, desde los inicios, aunque no formaba parte de los Doce.

En cambio, el otro candidato merece cierta atención, ya que es apelado “el Justo” y es nombrado el primero. Parece que este debería ser el favorito y el escogido, pero no es así. Leemos el texto rápidamente y pasamos página.

Pero el códice Beza nos da esta variante: José el Justo es apodado Bernabé, el Hijo de la Consolación. Si seguimos esta primitiva versión del texto, el candidato que Pedro ha presentado es ¡nada menos que Bernabé!

El mismo Bernabé que, después, donará el fruto de la venta de su campo a los apóstoles (Hechos 4, 36-37). El mismo que actuará como conciliador, enviado y apóstol. El mismo que animará a Pablo y lo acompañará en su primer largo viaje (Hechos 13). ¿No era el candidato ideal? ¿Cómo pudieron no elegir a alguien tan idóneo?

Y la siguiente pregunta es: ¿por qué los textos posteriores al Beza cambiaron su nombre de Bernabé por Barsabas? ¿Se quiso ocultar, quizás, que la elección de Matías no fue la más acertada?

Son preguntas que quedan en el aire. Pero el libro de los Hechos nos da pistas.

-      Bernabé era un judío helenista, como sabremos después, en Hechos 4, de la diáspora. No era un judío hebreo, de pura cepa.

-      El gran candidato a sustituir a Judas, al menos desde la posición de la familia de Jesús y sus allegados, era Santiago, su hermano. La tradición judía así lo establecía: si el primogénito muere, el segundo hermano debe reemplazarlo en su lugar.

-      En la comunidad de discípulos de Jesús había divisiones (lo vemos en Hechos 6). Esto significa que había partidos, y había tensiones. En este caso, Pedro propuso a un helenista como apóstol y fracasó en su intento. Venció el partido judaizante, por así decir.

A partir del siglo IV, con la expansión del cristianismo y su estatus legal en el Imperio, la Iglesia se vio en la necesidad de reafirmar su autoridad. ¿En quién mejor que apoyarse, sino en los apóstoles? De ahí que conviniera que la imagen de los apóstoles, pese al realismo de los evangelios y los Hechos, quedara lo más limpia posible. Cuanto menos errores cometieran, mejor. Por tanto, es posible que la elección de Matías descartando a un hombre tan valioso como Bernabé quisiera ocultarse, y para ello se designó al candidato con un sobrenombre ligeramente distinto, Barsabas.

Es una hipótesis, pero no carece de fundamento. Ahí nos queda el testimonio del Códice Beza como manuscrito antiguo de una época en la que todavía no se había impuesto el poder imperial sobre la Iglesia y los apóstoles podían ser vistos con mayor realismo y humanidad, no como figuras infalibles, sino como seres humanos que buenamente intentaban seguir a su Maestro, pero a quienes les costó un tiempo librarse de su nacionalismo judío y de los lastres del pasado.

Texto alejandrino

Códice Beza – Hechos 1, 23

Κα ἔστησαν δύο, Ἰωσὴφ τὸν καλούμενον Βαρσαββᾶν, ὃς ἐπεκλήθη Ἰουῦστος, καὶ Μαθθίαν.

Κα ἔστησεν δύο, Ἰωσὴφ τὸν καλούμενον Βαρναβᾶν, ὃς ἐπεκλήθη Ἰουῦστος, καὶ Μαθθίαν.

Traducción texto alejandrino: Y presentaron a dos: José llamado Barsabás, apodado el Justo, y Matías. 

Traducción Códice Beza: Y presentó a dos; José llamado Bernabé, apodado el Justo, y Matías.



sábado, 23 de noviembre de 2024

Cambios de nombre en el Códice Beza

Hemos visto la importancia del cambio de nombre en la Biblia. Hoy veremos, un aspecto peculiar de los textos originales de los evangelios, que es la dualidad o doble nombre que se da a algunos personajes y lugares. En nuestras Biblias, que son traducciones, este cambio no se percibe, pues el nombre se traduce siempre igual. Pero en el texto griego sí se aprecian estas variaciones.

En los códices más conocidos, como el Vaticano, en el que se basan nuestras Biblias modernas, el uso de un nombre u otro es un poco aleatorio, no se sabe muy bien con qué criterio se usa una forma u otra. Pero en el códice Beza el doble nombre sigue un criterio intencionado, que los estudiosos han identificado.

Pongamos un ejemplo: si una persona se llama Dolores, es muy habitual que la gente la llame por su diminutivo, Lola. Lo normal es que familiares, amigos o colegas la llamen así. Si alguien la llama Dolores, es porque no la conoce tanto, o no tiene la suficiente confianza. Pero si un familiar o amigo la llama de las dos maneras, ¿por qué lo hace? Podemos pensar que cuando la llama Lola lo hará en tono cariñoso y relajado, en una situación normal; si la llama Dolores será para llamar su atención, ya sea porque está enfadado, o quiere avisarla de algo importante.

Pues bien, en el Códice Beza, cuando se usa una forma u otra no es porque sí, ni simplemente “para variar”. Esto es lo que veremos con dos nombres, uno de persona, otro de ciudad: María y Jerusalén.

 


María – Mariam

María era un nombre muy común entre las mujeres judías del siglo I. Junto con Salomé, era el más habitual. En los evangelios tenemos a tres Marías destacadas: María, la madre de Jesús, María Magdalena, María de Betania y la “otra María”, la de Santiago o la de Cleofás, una pariente de Jesús.

Centrémonos en las tres primeras. En los evangelios, escritos en griego, se utilizan dos variantes: María y Mariam. María es la versión griega; Mariam es la versión hebrea.

María de Nazaret

¿Qué ocurre en el Códice Beza? Que el cambio de nombre no es arbitrario, sino muy intencionado. Cada vez que la mujer es mencionada en su contexto judío, inmersa en la cultura judía y en sus tradiciones y costumbres, se la llama Mariam. Cada vez que la mujer “sale” de este ámbito para entrar en el camino de Jesús, en la nueva comunidad de creyentes convertidos, de personas transformadas, se la llama María. María es la mujer nueva, convertida; Mariam es la mujer antigua, la de antes.

Veámoslo en Lucas 1, en la anunciación a María y en la visitación de esta a su prima Isabel (Lucas 6, 26-56).

Texto alejandrino (tradicional)

Códice Beza

ἀπεστάλη ὁ ἄγγελος Γαβριὴλ ἀπὸ τοῦ Θεοῦ εἰς πόλιν Γαλιλαιάν ἡ ὂνομα Ναζαρεθ πρὸς παρθένον ἐμνεστευμένην ἀνδρί ᾧ ὄνομα Ἰωσὴφ ἐξ οἴκου Δαυίδ, καί τὸ ὄνομα τῆς παρθένου Μαριάμ. (1,27)

ἀπεστάλη ὁ ἄγγελος Γαβριὴλ ὑπὸ τοῦ Θεοῦ εἰς πόλιν Γαλιλαιάν πρὸς παρθένον μεμνησμένην ἀνδρί ᾧ ὄνομα Ἰωσὴφ ἐξ οἴκου Δαυίδ, καί τὸ ὄνομα τῆς παρθένου Μαριάμ. (1,27)

Μὴ φοβοῦ, Μαριάμ, εὕρες γὰρ χάριν παρὰ τῷ Θεῷ. (1, 30)

Μὴ φοβοῦ, Μαρία, εὕρες γὰρ χάριν παρὰ τῷ Θεῷ. (1, 30)

Καί εἶπεν δὲ Μαριάμ πρὸς τὸν ἄγγελον,Πῶς ἔσται τοῦτο, ἐπεὶ ἄνδρα οὑ γινώςκω. (1, 34)

Καί εἶπεν Μαρία πρὸς τὸν ἄγγελον,

Πῶς ἔσται τοῦτο, ἐπεὶ ἄνδρα οὑ γινώςκω. (1, 34)

εἴπεν δὲ Μαριάμ, Ἰδοὺ ἡ δούλη κιρίου, γενοιτό μοι κατὰ τὸ ῥῦμά σου. (38)

καί εἴπεν Μαρία, Ἰδοὺ ἡ δούλη κιρίου, γενοιτό μοι κατὰ τὸ ῥῦμά σου. (38)

Vemos cómo Mariam, la joven nazarena, se convierte en María cuando escucha el mensaje del ángel y responde. Y será María cuando emprenda el camino para visitar a su prima Isabel; también es María cuando entona el Magníficat.

En el texto alejandrino (códice Vaticano y versiones posteriores) se mantiene el nombre hebreo de Mariam.


María Magdalena

En la escena de Juan 20, 1-11, cuando Jesús se aparece a María Magdalena antes que a nadie, el códice Beza utiliza siempre el nombre de María. En cambio, el texto alejandrino emplea primero María y luego, cuando Jesús se dirige a ella, pone Mariam. Quizás lo hace para traducir el nombre arameo tal cual lo pronunció Jesús. Pero en el códice Beza, la mujer a quien llama Jesús y a quien da una misión siempre es María.

Texto alejandrino (tradicional)

Códice Beza

Τῆ δὲ μιᾷ τῶν σαββάτοων Μαρία ἡ Μαγδαληνὴ ἔρχεται πρωἴ σκοτίας ἔτι οὔσησ εἰς τὸ μνημεῖον καὶ βλέπει τὸν λίθον ἠρμένον ἐκ τού μνημείου... (20, 1).

Τῆ δὲ μιᾷ τῶν σαββάτοων Μαρία ἡ Μαγδαληνὴ ἔρχεται πρωἴ σκοτίας ἔτι οὔσησ εἰς τὸ μνημεῖον καὶ βλέπει τὸν λίθον ἠρμένον ἀπὸ τῆς θύρας τού μνημείου... (20, 1).

Μαρία δὲ εἱστήκει πρὸς τῷ μνημείῳ ἕξω κλαίουσα. (20, 11)

Μαρία δὲ εἱστήκει πρὸς τῷ μνημείῳ ἕξω καὶ κλαίουσα. (20, 11)

λέγει αὐτῇ Ἰησοῦς, Μαριάμ. (20, 16)

λέγει αὐτῇ Ἰησοῦς, Μαρία. (20, 16)

ἔρχεται Μαριὰμ ἡ Μαγδαληνὴ ἀγγέλλουσα τοῖς μαθηταῖς ὅτι Ἐώρακα τὸν κύριον, καὶ ταῦτα εἶπεν αὐτῇ. (20, 18)

ἔρχεται Μαρία ἡ Μαγδαληνὴ ἀπαγγέλλουσα τοῖς μαθηταῖς αὐτοῦ ὅτι ἐώρακεν τὸν κύριον, καὶ ἃ εἶπεν αὐτῇ ἐμήνυσεν αὐτοῖς. (20, 18)



María de Betania

En el episodio de la resurrección de Lázaro el papel de María es misterioso y muy importante. Su nombre se repite mucho, más aún que el de Marta, su hermana, que es la que sale al encuentro de Jesús y parece llevar la voz cantante. María está en casa, pero es a ella a quien van a visitar los judíos para dar el pésame, y al final del episodio se habla de “la casa de María”, y no de Lázaro o Marta. ¿Qué significa esto? Los estudiosos del Beza piensan que aquí se está sugiriendo que María no sólo era una discípula aventajada de Jesús, a quien ya vimos sentada a sus pies escuchando mientras su hermana se afanaba con las tareas de la casa. María, probablemente, estaba formando a su alrededor una pequeña comunidad, una familia de seguidores de Jesús. Su casa era el punto de reunión y referencia.

Pero veamos los textos del evangelio. Juan 11, 1-45.

Texto alejandrino (tradicional)

Códice Beza

Ἦν δὲ τισ ἀσθενῶν, Λάζαρος ἀπὸ Βηθανίας, ἐκ τῆς κώμης Μαρίας καί Μάρθας τῆς ἀδελφῆς αὐτῆς... (11,1)

Ἦν δὲ τισ ἀσθενῶν, Λάζαρος ἀπὸ Βηθανίας, ἐκ τῆς κώμης τῆς Μαρίας καί τῆς Μάρθας τῆς ἀδελφῆς αὐτῆς... (11,1)

Μαριὰμ δὲ ἐν τῷ οἴκῳ ἐκαθέξετο (11,20)

Μαρία δὲ ἐν τῷ οἴκῳ ἐκαθέξετο (11,20)

Καὶ τοῦτο εἰποῦσα ἀπήλθεν καὶ ἐφώνψσεν Μαριὰμ τν ἀδελφὴν αὐτῆς... (11, 28)

Καὶ ταῦτα εἰποῦσα ἀπήλθεν καὶ ἐφώνψσεν τὴν ἀδελφὴν αὐτῆς Μαριὰμ... (11, 28)

...ιδόντεσ τὴν Μαριὰμ ὅτι ταχέως ἀνέστη καὶ ἐξῆλθεν... (11, 31)

...ιδόντεσ τὴν Μαριὰμ ὅτι ταχέως ἀνέστη καὶ ἐξῆλθεν... (11, 31)

ἡ οὖν Μαριὰμ ὡς ἦλθεν ὅπου ἦν Ἰησοῦς ἰδοῦσα αὐτὸν ἔπεσεν αὐτοῦ πρὸσ τοὺς πόδας λέγουσα αὐτῷ... (11, 32)

ἡ οὖν Μαρία ὡς ἦλθεν ὅπου ἦν Ἰησοῦς ἰδοῦσα ἔπεσεν πρὸσ τοὺς πόδας αὐτοῦ λέγουσα... (11, 32)

Πολλοὶ οὖν ἐκ τῶν Ἰουδαίων οἱ ἐλθόντεσ πρὸς τὴν Μαριὰμ καὶ θεασάμενοι ἃ ἐποίησεν ἐπίστευσαν εἰς αυτόν. (11,45)

Πολλοὶ οὖν ἐκ τῶν Ἰουδαίων οἱ ἐλθόντεσ πρὸς τὴν Μαριὰμ ἑωρακότεσ ὃ ἐποίησεν ὁ Ἰησοῦς, ἐπίστευσαν εἰς αυτόν. (11, 45)

De nuevo encontramos que la María que está en casa, llorando y en silencio, es Mariam. Está arropada por la comunidad judía. La María que acude a la llamada de Jesús, saliendo de casa, es María. La última mención a María, cuando se habla de los judíos visitando su casa, es de nuevo Mariam. En el texto alejandrino del Códice Vaticano, la primera vez es María (con la “s” del caso genitivo); pero después siempre es Mariam en su forma invariable hebrea.


Jerusalem – Hierosolima

El estudio de esta doble denominación es riquísimo, porque el nombre de la Ciudad Santa es muy frecuente en el NT. En el Beza ha sido estudiado a fondo en el evangelio de Lucas y en los Hechos, por el teólogo Josep Rius-Camps y la lingüista Jenny Read-H.

Jerusalén, o Jerusalem, escrito ερουσαλμ, significa la ciudad santa, la sede del judaísmo, el lugar del Templo y de culto. No sólo es una población, sino un lugar sagrado.

Hierosólima, escrito εροσλυμα, significa la ciudad como lugar físico, la ubicación geográfica, sin más. Es una denominación neutral.

Podríamos establecer una analogía con Roma. Roma puede ser la gran ciudad, capital de Italia y lugar turístico por excelencia. Pero “Roma” también puede designar la sede papal, la sede de la Iglesia católica, la institución eclesial. En el primer sentido, podemos decir: “Me voy de vacaciones a Roma”. En el segundo, podemos decir: “Roma ha decretado un día de jubileo”.

En el libro de los Hechos encontramos la forma Ierusalem prácticamente desde el principio hasta el capítulo 11. Es decir, que los apóstoles y la comunidad se mueven en torno a Jerusalén, todavía en la órbita del Templo y las autoridades judías. Sin embargo, hay una excepción, al principio del libro: cuando Jesús habla a sus discípulos antes de ascender al cielo, les dice que se queden en Hierosolima hasta que llegue la promesa de su Padre del cielo. Pero la siguiente mención de la ciudad será Ierusalem como centro religioso. Es allí donde se quedan los apóstoles, al menos en los primeros tiempos, y el Templo es el lugar a donde acuden a rezar.

Texto alejandrino (tradicional)

Códice Beza

Καὶ συναλισκόμενος μετ’αὐτῶν παρήγγειλεν αὐτοῖς ἀπὸ Ἱεροσολύμων μὴ χωρίζεσθαι, αλλὰ περιμένειν τὴν ἐπαγγελίαν τοῦ πατρὸς... (Hechos 1,4)

Καὶ συναλισκόμενος μετ’αὐτῶν παρήγγειλεν αὐτοῖς ἀπὸ Ἱεροσολύμων μὴ χωρίζεσθαι, αλλὰ περιμένειν τὴν ἐπαγγελίαν τοῦ πατρὸς... (Hechos 1,4)

τότε ὑπέστρεψαν εἰς Ἰερουσαλὴμ ἀπὸ ὄρους τοῦ καλουμένου Ἐλαιῶνος... (1,12)

τότε ὑπέστρεψαν εἰς Ἰερουσαλὴμ ἀπὸ ὄρους τοῦ καλουμένου Ἐλαιῶνος... (1,12)

¿Qué ocurre en Hechos 11? Que de ciertos profetas se desplazan desde la ciudad de Hierosolima a Antioquía, para visitar a la comunidad cristiana. Allí profetizan que una hambruna se abatirá sobre la tierra. Los cristianos de Antioquía deciden hacer una colecta para socorrer a sus hermanos de Jerusalén, que llevarán en mano sus líderes, Bernabé y Saulo.

Texto Alejandrino Hechos 11, 27

Códice Beza – Hechos 11, 27

Ἐν ταύταις δὲ ταῖς ὑηέραις κατῦλθον ἀπὸ Ἱερουσολύμον προφῦται εἰς Αντιόχειαν.

Ἐν ταύταις δὲ ταῖς ὑηέραις κατῦλθον ἀπὸ Ἱερουσολύμον προφῦται εἰς Αντιόχειαν.


Con este cambio de nombre, el autor indica que estos profetas, entre ellos Ágabo, no están sujetos a la autoridad religiosa de los judíos; vienen de Jerusalén como ciudad, no enviados por sus jefes.

A partir del capítulo 13, con los viajes de Pablo, y en especial a partir de los capítulos 18, 19 y 20, cuando Pablo hace su tercer viaje y planea volver a Jerusalén para entregar allí una colecta de las comunidades, el nombre utilizado siempre es Hierosólima. Es decir, que Pablo y sus acompañantes irán a la ciudad a entregar su donativo, pero no lo harán en absoluto al amparo de las autoridades del Templo.

Hierosólima será la forma preferida usada por Pablo y el narrador en primera persona, hasta que lleguen a Cesarea del Mar. En cambio, la versión alejandrina del texto (Códice Vaticano y otros), a veces se cambia la forma del nombre, como vemos en Hechos 20, 22.

T. alejandrino

Códice Beza

ἀλλὰ ἀποταξάμενος καὶ εἴπών,

Πάλιν ἀνακάμψω πρὸσ ὑμάς τοῦ θεοῦ θέλοντος, ἀνήχθη ἀπὸ τῆς Ἐφέσου, καὶ κατελθὼν εἰς Καισάρειαν, ἀναβὰς καὶ ἀσπασάμενος τὴν ἐκκλησίαν κατέβη εἰς Ἀντιόχειαν. (18, 21-22)

ἀλλὰ ἀποταξάμενος καὶ εἴπών, Δεῖ με πάντως τὴν ἑορτὴν ἡμέραν ἐρχομένην ποιῦσαι εἰς Ἱεροσόλυμα.

ἀναστρέψω πρὸς ὑμᾶς τοῦ θεοῦ λέγοντος, ανήχθη απὸ τοῦ Ἐφέσου. καὶ κατελθὼν εἱς Καισάρειαν, καὶ αναβὰς καὶ ἀσπασάμενος τὴν ἐκκλεσίαν κατέβη εἰς Ἀντιόχειαν.

καὶ νῦν ἰδοὺ δεδεμένος ἐγὼ τῷ πνεύματι πορεύομαι εἰς Ἰερουσαλὴμ τὰ ἐν αὐτῇ συναντήσοντά μοι μὴ εἰδὼς... (20, 22)

καὶ νῦν ἰδοὺ ἐγὼ δεδεμένος τῷ πνεύματι πορεύομαι εἰς Ἱεροσόλυμα τὰ ἐν αὐτῇ συναντήσαντά μοι μὴ γινώσκων... (20, 22)

ἀνευρόντες δὲ τοὺς μαθητὰς ἐπεμείναμεν αὐτοῦ ἡμέρας ἑπτά, οἵτινες τῷ Παύλῳ ἔλεγον διὰ τοῦ πνεύματος μὴ ἐπιβαίνειν εἰς Ἱεροσόλυμα (21, 4)

καὶ ἀνευρόντες μαθητὰς ἐπεμείναμεν παρ’ αὐτοῖς ἡμέρας ἑπτά, τινὲς δὲ τῷ Παύλῳ ἔλεγον διὰ τοῦ πνεύματος μὴ ἐπιβαίνειν εἰς Ἱεροσόλυμα (21, 4)



Tres únicas veces aparece la palabra, y es bien significativo: cuando el profeta Agabo, en Cesarea, vaticina que Pablo será apresado en Jerusalén. ¿Por quién? Precisamente por la autoridad del Templo. Este Ierousalem aquí viene cargado con todo su significado político y religioso. La triple repetición es relevante.

Texto alejandrino

Códice Beza – Hechos 21, 11-13

Τὸν ἄνδρα οὗ ἐστιν ἡ ζώνη αὔτη, οὕτος δήσουσιν εἰς Ἰερουσαλὴμ οἱ Ἰουδαίοι καὶ παραδώσουσιν εἰς χεῖρας ἐθνῶν. (21,11)

Τὸν ἄνδρα οὗ ἐστιν ἡ ζώνη αὔτη, οὕτος δήσουσιν εἰς Ἰερουσαλὴμ Ἰουδαίοι καὶ παραδώσουσιν εἰς χεῖρας ἐθνῶν. (21,11)

ὡς δὲ ἠκούσαμεν ταῦτα, παρακαλοῦμεν ἡμεῖς τε καὶ οἱ ἐντόπιοι τὸν Παῦλον τοῦ μὴ ἐπιβαίνειν αὐτὸν εἰς Ἰερουσαλήμ. (21,12)

ὡς δὲ ἠκούσαμεν ταῦτα, παρακαλοῦμεν ἡμεῖς καὶ οἱ ἐντόπιοι τὸν Παῦλον τοῦ μὴ ἐπιβαίνειν αὐτὸν εἰς Ἰερουσαλήμ. (21,12)

...ἐγὼ γὰρ οὑ μόνον δεθῆναι βούλομαι ἀλλὰ καὶ ἀποθανεῖν εἰς Ἰερουσαλὴμ ἐτοίμος ἔχω... (21,13)

...ἐγὼ γὰρ οὑ μόνον δεθῆναι βούλομαι ἀλλὰ καὶ ἀποθανεῖν εἰς Ἰερουσαλὴμ ἐτοίμος ἔχω... (21,13)


De nuevo volveremos a encontrar la forma Hierosólima, pero una vez más aparecerá Ierousalem, en boca de Jesús. Cuando Pablo lanza su discurso ante los judíos para explicar su vocación, habla de una visión en la que Jesús le ordena salir de la Ciudad Santa. ¿Cómo la llama? Ierousalem.

Texto alejandrino

Códice Beza – Hechos 22, 18

Σπεύσον καὶ ἔξελθε ἑν τάχει ἐξ Ἰερουσαλήμ, διότι οὐ παραδέξονται σου μαρτυρίαν περὶ ἐμοῦ.

Σπεύσον καὶ ἔξελθε ἑν τάχει ἐξ Ἰερουσαλήμ, διότι οὐ παραδέξονται τὸν μαρτυρά μου.

Jesús ordena a Pablo que se aleje del centro religioso judío: no lo van a aceptar allí, ese ya no es su lugar.

sábado, 16 de noviembre de 2024

Los cambios de nombre en la Biblia

Los nombres son importantes. Tu nombre no sólo te distingue: es parte de ti.

El nombre te representa como persona. En la Biblia, el nombre encierra algo de tu carácter, tu origen y tu destino. No hay nombres casuales en la Biblia. Por eso, cuando un personaje experimenta un cambio radical en su vida, a menudo cambia también de nombre. Nombre nuevo equivale a persona nueva.

Hoy veremos cierta peculiaridad del códice Beza, que es el doble nombre para designar a ciertas personas o lugares. En los otros códices también se da esta dualidad, de manera bastante aleatoria. Pero en el texto del Beza los cambios no son casuales: responden a una intención clara, y esto es lo que veremos en el vídeo de hoy.

Cambios de nombres en la Biblia


Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento hay varios personajes que cambian de nombre. Los más conocidos, que todos recordamos, son:

Abram, el primer patriarca, que cambia su nombre por el de Abraham. Abram significaba padre ensalzado; Abraham significa padre de muchos pueblos.

«Y no será más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.» Génesis 17:5 (RVR1960)

Saray, su esposa, que es renombrada por Dios como Sara. El nombre de Sara viene de la raíz hebrea SR, que significa regir, mandar, ser dueña y señora. Sara, por tanto, es la reina, la dueña de su casa. Efectivamente, en su historia veremos cómo ella es la que, en un momento dado, defiende los derechos de su heredero y toma las decisiones en su hogar.

«Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.» Génesis 17:15 (RVR1960) 




Jacob, el tercer patriarca. Jacob significa “suplantador”, y eso es lo que hace nuestro personaje, arrebatándole los derechos y la bendición del primogénito a su hermano. Jacob es un hombre astuto y emprendedor, pero su vida cambia junto al río Yabok, donde pasa una noche peleando contra el ángel del Señor. Desde entonces, será llamado Israel, “el fuerte contra Dios”, o “el que se planta ante Dios”. Y con este nombre será designado como padre de las doce tribus del pueblo elegido.

«Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido Génesis 32:28 (RVR1960)



El juez Gedeón, que no sólo se enfrenta a los madianitas, sino que defiende el culto a Yahvé y se dedica a derribar pilares y altares dedicados a Baal. Por eso recibe también el nombre de Jerubaal, “el que va contra Baal”.

«Aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, esto es: Contienda Baal contra él, por cuanto derribó su altar.» Jueces 6:32 (RVR1960)

Hay más personajes con doble nombre, pero en estos claramente el cambio va ligado a un giro en sus vidas y a su propósito.


Nuevo Testamento

En los evangelios son célebres los cambios de nombre de algunos apóstoles, a quienes Jesús da un mote que se hará proverbial.

Santiago y Juan, los hermanos Zebedeos, son apodados «Hijos del Trueno», ya podemos imaginar que debido a su carácter impetuoso, fanático y a veces violento. Son ellos los que pidieron permiso a Jesús para invocar fuego del cielo contra los pueblos que no querían recibirlos.

«Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios: […] a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno.»

Marcos 3:13-15, 17 (RVR1960)


Simón, hermano de Andrés y pescador de Betsaida es llamado Pedro. Quizás por su dureza y testarudez, que podemos constatar en varios episodios del evangelio. Jesús sabe cómo es Simón, pero aún y así confía en él. Porque una piedra puede ser dura... pero también es firme y resistente. Pedro tuvo que pasar su proceso, doblegar su rigidez y sus impulsos violentos y afán de poder. Lo consiguió con los años y dio su vida, como su Maestro.

«Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).» Juan 1:42 (RVR1960)



Saulo, llamado después Pablo. Todos sabemos que el apóstol de los gentiles era un judío de la diáspora, que también gozaba del derecho de ser ciudadano romano. El nombre hebreo de Pablo era Saúl, en honor al primer rey de Israel, de la tribu de Benjamín, la misma tribu a la que Pablo pertenecía. Su nombre romano era Paulus, o Pablo. Pero no lo adoptó hasta que inició su primer viaje evangelizador, en Chipre. El libro de los Hechos lo llama Pablo a partir del capítulo 13. Algunos estudiosos creen que Pablo tal vez adoptó ese nombre por el gobernador Sergio Paulo, que regía la isla de Chipre y que se convirtió a la fe en Jesús gracias a la predicación de Pablo y Bernabé. Otros piensan que ya era ese su nombre romano.

Entonces Saulo, que también se llama Pablo, lleno de Espíritu Santo, se quedó mirándolo y le dijo... (Hechos 13, 9).


Juan Marcos
. El primer evangelista también tenía doble ciudadanía. Como judío se llamaba Juan; su nombre romano era Marcos. Lo vemos en el libro de los Hechos.

Cuando cumplieron su servicio, Bernabé y Saulo se volvieron de Jerusalén, llevándose con ellos a Juan, por sobrenombre Marcos (Hechos 12, 25).

Bernabé quería llevar con ellos a Juan, llamado Marcos, pero Pablo opinaba que no debían tomar consigo al que se había separado de ellos en Panfilia y no les había acompañado en la obra (Hechos 15, 37-38).



Significado

Abraham

de grande a padre

Sara

de princesa a reina

Jacob

de astuto y ambicioso

a generoso y conciliador

Pedro

de cabeza dura, nacionalista

a convertido, abierto

Saulo

de perseguidor

a apóstol

Juan y Santiago

matar / morir

Marcos

discrepa / acompaña


Conclusiones

El cambio de nombre en la Biblia significa un cambio de rumbo, un renacer de la persona. En palabras de Pablo, se abandona el hombre viejo para ser un hombre nuevo, revestido de Cristo.

En palabras de Jesús, es un nacer de nuevo, en espíritu y en verdad.

sábado, 9 de noviembre de 2024

El evangelio de los hebreos

¿Habéis oído hablar del evangelio perdido de los hebreos? ¿Quién escribió este evangelio? ¿Estuvo alguna vez en el canon? ¿Es quizás la hipotética versión en arameo, que después Mateo tradujo al griego para componer su evangelio? ¿Se conserva algún manuscrito o ejemplar de este evangelio?

Son muchas preguntas, a las que podríamos añadir otra. Si los cuatro evangelios canónicos están escritos en griego, ¿no podría ser este evangelio una versión primitiva en la que se basaron los demás?

La investigación es ardua y continúa a día de hoy, sin que los biblistas hayan llegado a respuestas concluyentes. 

Qué es

La primera cuestión es: Si este evangelio no está publicado en ningún sitio, ¿cómo sabemos que existió? Lo sabemos porque muchos padres de la Iglesia lo citan, entre ellos Orígenes, Clemente de Alejandría y san Jerónimo. No sólo lo citan, sino que transcriben párrafos y frases enteras de este evangelio, al que todos llaman evangelio de los hebreos o de los judíos.

¿Por qué se llama así? Porque estaba escrito en arameo, la lengua que se hablaba en el antiguo territorio de Israel en tiempos de Jesús y los apóstoles. Aunque posiblemente usando caracteres hebreos.

¿De qué época es? Del siglo II, por lo menos, ya que lo utilizaban las comunidades judeocristianas de su época. Por Jerónimo sabemos que había al menos un ejemplar en la biblioteca de Cesarea del Mar, y que era el evangelio que empleaban los judíos seguidores de Jesús. Estas comunidades seguían la espiritualidad de la comunidad de Jerusalén que había dirigido Santiago, el llamado “hermano del Señor”. Creían en Jesús como Mesías, pero practicaban fielmente la Ley de Moisés en todos sus preceptos, no sólo el Decálogo y los mandamientos morales, sino los rituales.

¿Cuál era el contenido de este evangelio? Prácticamente el mismo que los otros cuatro: se relataba la vida de Jesús: su nacimiento, llamada y misión, muerte y resurrección. Hacía hincapié en su origen divino y su relación con el Padre y el Espíritu Santo, un aspecto que estudió especialmente Orígenes.

¿Por qué no se incluyó en el canon reconocido por las iglesias? Algunos aspectos del evangelio fueron muy discutidos por los primeros padres de la Iglesia y al final consideraron que era herético y judaizante. Cuando se estableció el canon oficial de libros sagrados se excluyó este evangelio. Con el paso del tiempo, los manuscritos, ya fueran códices o rollos de papiro, desaparecieron y lo único que se ha conservado son las citas que los padres hicieron de sus textos.

Aspectos interesantes

Veamos algunos aspectos interesantes (y controvertidos) de este evangelio, siempre según lo comentan o citan los padres, en especial san Jerónimo.

El Espíritu Santo es concebido como la sabiduría divina, en la misma línea del pensamiento sapiencial judío. Como tal, es femenino. De hecho, la palabra espíritu en hebreo es ruaj, aliento, que es femenina. El evangelio de los hebreos afirma que Jesús tiene a Dios como Padre y al Espíritu Santo como Madre. Ella es la que desciende sobre él en el Jordán y lo llama “hijo amado”; ella lo lleva en volandas hasta el monte Tabor; incluso se dice que el Espíritu se encarna en María de Nazaret, que concibe al niño en su vientre y lo lleva en su seno hasta que da a luz.

Este evangelio relata de otra manera el episodio de la mujer adúltera perdonada por Jesús. Un episodio que, por cierto, no aparece en todos los códices antiguos del NT. Está ausente en el Códice Vaticano, pero no en el Sinaítico ni en el Beza, que sí lo incluyen.

También explica que, al resucitar, Jesús se aparece a Santiago, su hermano, y parte el pan con él, en un gesto eucarístico que lo consagra como líder de la comunidad en Jerusalén. Por eso este evangelio gozaba de preferencia entre las comunidades que se mantuvieron fieles a la observancia estricta de la Ley de Moisés.

Otro matiz interesante es la idea de salvación como “descanso” o reposo en el Espíritu después de un camino de búsqueda, encuentro, maravilla y gozo.

Jerónimo, además, afirma haber traducido este evangelio al griego y, como buen conocedor del texto, constata muchas otras variantes respecto a los otros evangelios.  

Estas variantes no suponen cambios en la doctrina cristiana fundamental, pero el tema del Espíritu Santo y su relación con María sí fue un punto de debate, al igual que la relación entre el cristianismo naciente y el judaísmo. Algunos autores señalan las discrepancias entre este evangelio y las enseñanzas de Pablo.

Finalmente, y tras la legalización de la religión cristiana en tiempos de Constantino, y al definir los textos que debían considerarse autorizados, el evangelio de los hebreos fue descartado y con los siglos cayó en el olvido.


Algunas citas

San Ireneo en Stromata:

Pues aquello puede equivaler a ésto: El que pide, no cejará hasta que encuentre. Y en encontrando, se llenará de estupor; y en llenándose de estupor, reinará; y en reinando, descansará. (Stromata V, 14)

Orígenes

Y si alguien acepta el Evangelio de los Hebreos, donde el Salvador en persona dice: «Poco ha me tomó mi madre, el Espíritu Santo, por uno de mis cabellos y me llevó al monte sublime del Tabor», se quedará perplejo al considerar cómo puede ser madre de Cristo el Espíritu Santo, engendrado por el Verbo. (In Io. 2,6)

Eusebio de Cesarea

Sobre los ebionitas, que seguían este evangelio y no los otros:

Éstos [los ebionitas] pensaban que debían ser rechazadas todas las cartas del apóstol [Pablo], llamándole a éste apóstata de la Ley; y utilizando solamente el llamado Evangelio según los Hebreos, hacían poco caso de todos los demás. (Hist. Eccl. III 27)

Sobre la elección de los discípulos:

Él dio a conocer [ya] la causa de la escisión de las almas, cual ha de sobrevenir a los edificios, como hemos podido comprobarlo en un lugar del evangelio que está divulgado entre los judíos, en lengua hebrea, donde se dice: Yo he de escogerme los que me complazcan; los que me da mi padre en el cielo. (Theoph. [siríaca] IV 12)

San Jerónimo

Sobre el amor fraterno:

Como podemos también leer en el Evangelio Hebreo, [donde] el Señor habla a los discípulos diciéndoles: Nunca estéis contentos sino cuando miréis a vuestro hermano con amor. (Comm. III in Eph. 5,4)

Más sobre el Espíritu Santo:

...Pero quien leyere el Cantar de los Cantares y entendiere que el esposo del alma es el Verbo de Dios, y diere crédito al evangelio publicado [bajo el título] según los Hebreos, que recientemente hemos traducido —en el que, refiriéndose a la persona del Salvador, se dice: Hace poco me tomó mi madre, el Espíritu Santo, por uno de mis cabellos—, no tendrá reparo en decir que el Verbo de Dios procede del Espíritu, y que, por tanto, el alma, que es esposa del Verbo, tiene por suegra al Espíritu Santo, cuyo nombre entre los hebreos es de género femenino, RUAH. (Comm. II in Mich. 7,6)

La aparición de Jesús a Santiago:

También el evangelio llamado según los Hebreos, traducido recientemente por mí al griego y al latín, del que Orígenes se sirve con frecuencia, después de la resurrección refiere los siguiente: Mas el Señor, después de haber dado la sábana al criado del sacerdote, se fue hacia Santiago y se le apareció. (Pues es de saber que éste había hecho voto de no comer pan desde aquella hora en que bebió el cáliz del Señor hasta tanto que le fuera dado verle resucitado de entre los muertos). Y poco después: Traed, dijo el Señor, la mesa y el pan. Y a continuación se añade: Tomó un poco de pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio a Santiago el Justo, diciéndole: hermano mío, come tu pan, porque el Hijo del hombre ha resucitado de entre los muertos. (De viris ill. 2)

Sobre el pan de cada día (Padrenuestro):

En el evangelio hebreo según San Mateo se dice: Danos hoy el pan de mañana, esto es, danos hoy el pan que vas a darnos en tu reino. (Tract. in Ps. 135)

Más sobre el amor fraterno:

Y en el evangelio que acostumbraron a leer los nazarenos, según los Hebreos, se cuenta entre los crímenes mayores el haber causado tristeza al alma de su hermano. (Comm. IV in Ez. 18,7)

San Cirilo de Jerusalén

Es un comentario a su versión copta del evangelio de Mateo. Figura un diálogo entre Cirilo y un monje, que le habla de este evangelio de los hebreos:

Está escrito en [el evangelio] según los Hebreos que, deseando Cristo venir a la tierra para efectuar la redención, el Buen Padre llamó a una fuerza celestial por nombre Miguel, recomendándole el cuidado de Cristo en esta empresa. Y vino la fuerza al mundo, y se llamaba María, y (Cristo) estuvo siete meses en su seno. Después le dio a luz, y creció en estatura y escogió a los apóstoles [...] fue crucificado y asumido por el Padre.

Cirilo le dice: ¿En qué lugar de los cuatro Evangelios se dice que la santa Virgen María, madre de Dios, es una fuerza?

El monje responde: En el Evangelio de los Hebreos.

¿Entonces, dice Cirilo, son cinco los Evangelios? ¿Cuál es el quinto?

El monje responde: Es el Evangelio que fue escrito para los Hebreos. [...] Cuando ellos le pusieron en cruz, el Padre le asumió hacia sí en los cielos.

En este evangelio, como puede apreciarse, hay aspectos interesantes y otros que suscitaron polémica. En todo caso, es un testimonio de que el cristianismo, ya en los primeros tiempos, era muy plural; había divergencias en la interpretación de las Escrituras y maneras diferentes de entender a Jesús y su mensaje.