domingo, 16 de julio de 2023

Errores a evitar y consejos para leer la Biblia

Dicen que la Biblia es el libro más vendido del mundo... pero quizás el menos leído. Muchos de nosotros tenemos Biblias en casa. Pero apenas las abrimos. Y cuando lo hacemos, nos encontramos con textos, sobre todo los del Antiguo Testamento, que nos resultan difíciles de comprender. A veces demasiado duros, violentos, enigmáticos, alejados de nuestro tiempo y nuestra sensibilidad, escritos en un lenguaje que no nos llega.

¿Cómo podemos leer la Biblia hoy? Y, más concretamente, ¿cómo leer y comprender los textos del Antiguo Testamento?

Cuando nos acercamos a la Biblia, es importante saber quién la escribió, para quiénes, qué quería transmitir y de qué manera lo hizo. Sabiendo el propósito de sus autores, podemos extraer una lectura provechosa para nosotros, lectores de hoy.

Y hay algo muy claro, que en los libros de la Torá se reitera una y otra vez: el propósito de los autores bíblicos es que sus oyentes vivan una vida plena, en armonía con la voluntad de Dios. Y lo que Dios quiere es, ni más ni menos, que todo ser humano viva con dignidad, con plenitud y con alegría.

¿No es esto lo que todos deseamos, en el fondo, también hoy?

Hoy voy a darte algunos consejos para hacer de tu lectura bíblica algo provechoso.

Evita tres errores

Antes de abrir una Biblia, hemos de evitar tres errores:

  • La Biblia no es un libro de ciencia. No la uses para saber cómo se formó el universo o cómo evoluciona la naturaleza; no es ese su propósito.
  • La Biblia no es un libro de historia. Aunque contiene muchas historias y datos reales, tampoco hace historia como la entendemos hoy (sucesión cronológica y comprobada de datos, fechas, hechos y personajes). 
  • La Biblia no es un catecismo ni un libro de moral. Aunque, de nuevo, en ella hay un mensaje religioso y una ética, también refleja muchas situaciones y conductas humanas de todo tipo que no encajan con la educación que hayamos podido recibir.

Teniendo esto en cuenta, no vas a buscar en ella rigor científico ni precisión cronológica: hechos, datos y fechas; ni tampoco te vas a escandalizar cuando leas ciertos relatos.

Entiende la clave: una historia de amor

La Biblia es el hogar espiritual de un pueblo. Es la respuesta de una comunidad a un Dios que se comunica a través de sus profetas.

La clave para entenderla: Es la historia de amor de Dios con nosotros. En el Antiguo Testamento, esta historia se centra en el pueblo de Israel. En el Nuevo Testamento, se extiende a toda la humanidad.

El Antiguo Testamento es como el noviazgo de Dios con el ser humano. Es la primera parte, las raíces de la historia de la salvación. Hay un cortejo, una seducción, un enamoramiento con momentos de lejanía e infidelidad.

El Nuevo Testamento es la boda: Dios viene a desposarse con su amada. El novio es Jesús, la novia es la comunidad que lo recibe.

Y lo que viene después... la historia de la Iglesia, sería el matrimonio. Como vemos, es un matrimonio lleno de vicisitudes. Igual que el noviazgo, no está exento de rupturas, infidelidades y desamores. Pero el amor del Esposo perdura siempre, a lo largo de los siglos.

La Biblia es el relato de una experiencia. Por eso en ella hay historia, y hay mensajes morales, y hay también relatos de muerte, violencia y pecado. No debe escandalizarnos: los humanos somos así, trigo y cizaña mezclados, y Dios busca nuestra amistad, aceptando como somos, porque él nos ha creado, nos conoce y sabe de nuestra fragilidad.

Cuatro claves y cinco consejos

A la hora de leer la Biblia, hemos de hacernos cuatro preguntas, según los biblistas:

  • ¿Qué dice el texto?
  • ¿Cómo lo dice?
  • Su trasfondo histórico: quién lo escribió, cuándo, para quién y con qué intención.
  •  ¿Qué me dice hoy a mí?

Cinco consejos para leer la Biblia:

1.    Lee con ojos limpios, como si leyeras el texto por primera vez, sin prejuicios, con curiosidad e interés.

2.    Lee despacio, saboreando, imaginando, visualizando, sintiendo. Sumérgete en el relato o en el poema.

3.    Conoce el contexto histórico: estudia un poco, averigua qué pasaba cuando se escribió este libro y cómo debían recibirlo sus lectores.

4.    Mira con ojos antiguos: la mentalidad de antes era distinta, intenta ponerte en su lugar y verlo desde su perspectiva. Es un sano ejercicio mental.

5.    Relaciona lo que lees con otros pasajes bíblicos. ¡Todo tiene sentido!

La gran sinfonía

Finalmente, y para resumirlo en una imagen, la Biblia es como una gran sinfonía, una música grandiosa, formada por muchos instrumentos. Cada instrumento es diferente y toca su parte, incluso la melodía de un instrumento puede ser diferente a la de otro, o hacer contrapunto con ella. Por eso hay una diversidad tan grande en la Biblia. Pero el conjunto es armonioso y nos transmite un único mensaje.

Dios es el autor de la vida y de todo cuanto existe; Dios nos ama y Dios busca la amistad con su criatura humana. Dios se comunica y quiere hacerse oír: por eso el primer mandamiento de todo buen judío empieza con la palabra Escucha.

Escucha, Israel, el Señor es tu único Dios. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas (Dt 6, 4).

Existimos por amor y estamos llamados al amor. La Biblia nos revela esto.  ¡Es un mensaje lleno de vida y que jamás pierde actualidad! 

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