1. Qué es y qué contiene
EL MATERIAL
Antiguamente los libros se escribían en dos formatos:
Rollos desplegables sujetos a cilindros de madera, como los rollos de la Biblia, o códices, pliegos doblados y encuadernados, lo que conocemos como formato libro. Este formato resultó ser mucho más práctico para la lectura y el almacenamiento, por eso acabó siendo que que se adoptó en la mayor parte del mundo a partir de la Edad Media.
El material empleado, inicialmente, era papiro u
otras fibras vegetales. El papiro solía hacerse con fibras de la
planta del loto, que crece a orillas del Nilo, o con otras plantas
similares. Muy ligero y flexible, tenía el inconveniente que, como el papel, se
deterioraba con el paso del tiempo y al cabo de los años había que copiar el
manuscrito para conservar su contenido.
Más tarde se inventó el pergamino: un material mucho
más resistente fabricado con piel de novillos o corderos nonatos,
convenientemente curtida y tratada. El nombre de pergamino viene de la ciudad
de Pérgamo, que sobresalió en la producción de este material. Gracias al
pergamino, muchos libros antiguos han sobrevivido hasta hoy. Entre ellos
encontramos el códice Beza y otros muchos, cuya antigüedad se remonta a los
primeros siglos de nuestra era.
EL CONTENIDO
El códice Beza es un antiguo libro manuscrito del siglo IV. Es bilingüe: la página izquierda está en griego y la derecha es una traducción al latín. ¿Qué contiene?
- Los cuatro evangelios canónicos, en otro orden: Mateo, Juan, Lucas y Marcos.
- Los Hechos de los apóstoles.
- Un fragmento de la tercera carta de Juan.
¿Qué le falta? Ocho pliegos de pergamino que se han perdido.
¿Dónde están? Hasta el día de hoy, es un misterio. Los biblistas que lo
estudian creen que, quizás, quedaron perdidos en la biblioteca de uno de sus
primeros investigadores, que se lo llevó a su casa para estudiarlo... ¡Quién
sabe! El hecho es que en los pliegos que faltan, según los biblistas, caben
perfectamente el resto de las cartas apostólicas (las otras dos cartas de Juan,
las de Pedro, Santiago y Judas). En el Beza no están incluidas las 14 epístolas
de san Pablo. ¿Por qué? De momento, tampoco lo sabemos.
2. Historia de un códice oriental
El códice Beza se encontró en el año 1562 en la cripta de la iglesia de San Ireneo, en Lion.
Estamos en la Francia del siglo XVII, sumergida en una guerra de religión:
católicos contra protestantes, llamados también hugonotes. El ejército hugonote
entró en la ciudad de Lion, la conquistó y comenzó a arrasar y quemar iglesias.
En la de san Ireneo, algún soldado curioso encontró un viejo códice que
consideró de interés y lo hizo llegar al capellán de la tropa.
El capellán de la tropa hugonota era Teodoro de Beza, un hombre
muy culto, amigo de Calvino y estudioso de la Biblia. Beza se llevó el códice
de regreso a Ginebra, donde vivía. Allí lo estuvo estudiando durante años. Y
descubrió algo inquietante. El texto del códice tenía muchas variantes, o
diferencias, respecto a otros códices antiguos que él conocía. Y esto, para un
protestante, que basa su fe en las Escrituras, era un peligro. Si en los textos
bíblicos había divergencias o contradicciones, se ponía en riesgo la solidez de
la fe. De modo que, una vez lo hubo estudiado, Beza decidió regalarlo a la
biblioteca de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, recomendando que lo
conservaran cerrado bajo candado y se olvidaran de él.
Y así fue... durante un par de siglos. Hasta que, en el
siglo XX, varios estudiosos comenzaron a interesarse por él y a valorarlo.
Pero ¿cómo llegó este códice a Lion? ¿Por qué estaba en la
Iglesia de san Ireneo? Ahora sí que hemos de remontarnos al siglo II, a la
época de san Ireneo de Lion. Ireneo era oriundo de Esmirna y obispo en la
región de Frigia, en Asia Menor, líder de una comunidad cristiana con inquietud
misionera. Un buen día, decidieron marchar a evangelizar las tierras más
remotas del Imperio romano. ¿Dónde estaban? En las Galias, la actual Francia.
Así es como Ireneo y un grupo de compañeros llegaron hasta la ciudad de Lugdunun,
la actual Lion, donde ya existía una primitiva comunidad cristiana. Los
cristianos de Lion padecieron persecución; su obispo murió mártir; Ireneo lo
sucedió y la comunidad envió una carta a las comunidades de Asia explicando lo
sucedido. Eusebio de Cesarea la reproduce en su Historia Ecclesiae,
libro V, 1-4. Años más tarde, se erigió una iglesia en honor de san Ireneo y
allí se conservaron los manuscritos que el obispo y sus compañeros trajeron
desde Asia Menor como soporte a su tarea misionera. Uno de estos manuscritos
era una recopilación de los evangelios, los Hechos y las cartas apostólicas.
Sí: estamos hablando de nuestro códice. Por tanto, la versión del NT del códice
Beza es de los tiempos de Ireneo. Estamos hablando del siglo II, apenas unos
cien años después de la muerte de Cristo. Las otras versiones del NT que
conocemos son posteriores.
El códice es del siglo IV, pero el manuscrito original, quizás en pergamino, se fue degradando
y se hicieron copias a lo largo del tiempo. Y aquí es importante precisar: la
antigüedad del libro no es la misma que la antigüedad del texto. El texto puede
ser muy anterior, pero la copia que se conserva, en este caso, es más reciente.
Es una copia de copias.
3. ¿Qué interés tiene el códice Beza para el estudio bíblico?
Actualmente, dos de los principales estudiosos del códice
Beza son el profesor catalán Josep Rius-Camps y la lingüista inglesa JennyRead-Heimerdinger. He tenido la oportunidad de conocerlos a ambos en persona,
de asistir a varios seminarios con ellos y, actualmente, sigo sus clases online
y trato con ellos regularmente. Para mí ha sido un auténtico privilegio y un
descubrimiento.
El códice Beza es del siglo IV, pero los estudiosos
consideran que su texto original es una de las versiones más antiguas que
conservamos del NT. ¿Por qué lo sabemos? Aparte de la pista de San Ireneo,
sabemos que su versión concuerda con los papiros más antiguos que se han
encontrado con fragmentos del Nuevo Testamento, así como con escritos de los
primeros padres de la Iglesia, como Ireneo e Ignacio de Antioquía, todos ellos del
siglo II.
¿Por qué es tan interesante?
Destacaría tres rasgos del códice Beza que le dan un especial interés:
- Su enfoque marcadamente judío. Los primeros cristianos eran judíos, ya fueran hebreos o de la Diáspora. En el texto del Nuevo Testamento hay continuas alusiones a las escrituras sagradas judías, se utilizan técnicas exegéticas y se manejan nociones muy propias del judaísmo. Esta pátina judía se fue depurando de versiones posteriores, a medida que la Iglesia iba incorporando a más gentiles y se distanciaba del judaísmo.
- En el Beza se traslucen más las tensiones y conflictos en las primeras comunidades cristianas. No eran tan ideales como a veces las imaginamos; eran tan reales como las de hoy.
- La imagen de los apóstoles es mucho más humana y realista, se acentúan sus fallos y su evolución psicológica y espiritual. No siempre actúan inspirados por el Espíritu Santo, que a veces tiene que corregirlos.
¿Por qué es un texto marginado?
Siendo así, ¿por qué las Biblias modernas apenas lo tienen en cuenta a la hora de preparar sus ediciones? ¿Por qué en las ediciones críticas del NT en griego apenas se lo menciona? ¿Por qué es un códice marginado, incluso despreciado, por buen número de biblistas?
En primer lugar, el mundo académico es conservador y elitista. Si desde hace años se ha impuesto una versión y una línea de estudio, y los biblistas más prestigiosos la comparten, hay una resistencia natural a las novedades que suponen cambiar de punto de vista y abrirse a nuevas aportaciones.
En segundo lugar, el códice Beza desafía algunas posiciones doctrinales, tanto de la Iglesia católica como de las protestantes. En general, las iglesias tienden a idealizar y a conferir una gran autoridad a personajes como los apóstoles, Pedro y Pablo. Y la versión del NT del códice Beza resalta, más que otras, los defectos, vacilaciones y el proceso de conversión y maduración de estas figuras. Los apóstoles no son infalibles; por tanto, la Iglesia tampoco lo es. Y esto, como ya vio Teodoro Beza en su momento, puede ser peligroso.
En tercer lugar, porque el mundo académico, aunque no lo parezca, es cómodo. Si hay ciertas verdades asentadas y publicadas, también hay reticencias al cambio. Todo nuevo hallazgo pide desinstalarse, salir de los viejos esquemas y reenfocar las teorías y las enseñanzas. Y esto no suele gustar. Tampoco a los estudiosos e investigadores. Por si os sorprende, sabed que en el mundo científico sucede algo parecido, y es algo que se repite a lo largo de la historia.
No obstante, cada vez son más los biblistas que se interesan
por el códice Beza y lo están viendo con nuevos ojos. La investigación avanza.
Hoy día existe un estudio muy completo sobre los escritos de Lucas: el
evangelio y los Hechos, realizado por los dos biblistas que os he mencionado. También
existe un estudio completo sobre el evangelio de Marcos.
4. Bibliografía
El mensaje de los Hechos de los Apóstoles en el Códice Beza –
Volumen II
El Evangelio de Marcos: etapas de su redacción
Lluc Demostració a Teòfil
Otro teólogo está preparando su tesis sobre el evangelio de Juan según el códice Beza; esta investigación traerá novedades. El códice Beza está abriendo un camino en la investigación bíblica que seguramente nos llevará a conocer con más profundidad el mundo de Jesús y el de las primeras comunidades cristianas.
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